El arte es algo que no
puede ser encerrado en una definición o abarcado desde una mirada global que
pretenda explicar su totalidad. El estudio del arte, así como su investigación,
tradicionalmente analiza la producción artística dentro de contextos históricos
y corrientes de pensamiento. Keith Moxey explica que la noción occidentalizada
del arte proviene de la modernidad y justamente centraliza una antinomia a la
propia definición:
La
modernidad y su pareja artística, el modernismo', siempre han estado ligados al
destino del progreso temporal. El tiempo de la modernidad es teleológico y
reside en Occidente. En este sentido, hablar de múltiples modernidades es un
oxímoron, una contradicción lógica.[1]
Las concepciones que
dieron vida a la historia del arte están cargadas de cierto sesgo ideológico y están
comprometidas con una teoría del arte de corte esencialista: la historia del
arte según la historia de sus protagonistas de Vasari; como la historia de un
ideal de Winckelmann; como la historia de la cultura de Burckhardt; como la
historia de los estilos de Riëgl y la historia del arte como análisis simbólico
de Panowsky, construyeron más la versión de los historiadores del arte que la
historia misma: “La historia de la historiografía del arte es la historia del
interés por los conceptos y métodos.” La historiografía del arte sistematiza la
exposición de las ideas artísticas presentes en las obras, como las ideas que
sobre el arte se han dado en la historia.
La filosofía ha intentado
complejizar los modos de producción desde un lenguaje abstracto y generalizador,
que en gran medida obvia la autodeterminación creadora humana. La filosofía del
arte desde Kant hasta Heidegger ha dado cuenta de la complejidad que supone un
acercamiento por parte del sujeto al ente artístico. El fenómeno creativo en su
concreción, unicidad y en los móviles espirituales que suponen la propia
actividad artística, exceden el campo de definición abarcado en las
consideraciones estéticas tradicionales.
[1]
Moxey, K. ¿Es la modernidad múltiple? En
“El tiempo de lo visual: La imagen de la historia” Pág. 38
No hay comentarios:
Publicar un comentario