miércoles, 29 de abril de 2020

Arte y objetualidad



Michael Fried comenzó su actividad como crítico en los años 60’s bajo la influencia de Clement Greenberg. Durante esta etapa la pintura llegó a la cima de la autorreferencialidad; sus intereses se dirigieron hacia una práctica gestual, espontánea e irreflexiva en el expresionismo abstracto y art autre en EEUU, tanto como en el informalismo y tachismo de Europa. Greenberg se posicionó en favor de una abstracción autorreferencial que tiene un efecto reduccionista sobre la pintura abstracta en general, en el mismo sentido que Michael Fried cuestiona el “autoengaño del literalismo” y la “teoría de la teatralidad”.
            Michael Fried, en “Arte y objetualidad” pretende definir el minimalismo o arte minimal ABC como literalismo: “Desde el principio, el arte literalista fue algo más que un nuevo episodio en la historia del gusto”. Se debe recapitular que desde las vanguardias del siglo XIX el artificio de la profundidad y la relación del espectador se vieron obligadas a cambiar; en el expresionismo abstracto la destrucción del espacio ilusorio fue de una forma más radical. La crisis de la ilusión pasó a ser la crisis de la representación.
            La pintura tenía el carácter de convertir la bidimensionalidad en tridimensionalidad; presentando literalmente un objeto material en un espacio donde el espectador ha pasado a eliminar la apreciación pictórica que sirvió en el ilusionismo del pasado. “El alegato literalista en contra de la pintura descansa en dos consideraciones principales: el tipo de carácter relacional de casi cualquier pintura; y la ubicuidad o, de hecho, la virtual inevitabilidad de la ilusión pictórica.”
            “La pintura es vista aquí como un arte al borde del agotamiento y cuya gama de soluciones aceptables para un problema básico –cómo organizar la superficie de la imagen– enfrenta severas restricciones”. Los problemas intrínsecos de la pintura moderna como las relaciones internas en el espacio del cuadro, orden de los elementos, composición, color y tipo de pincelada sugiere el mismo problema enfrentado por la estructura pictórica, es decir, el problema de justificación de la organización global del espacio concebido en términos de “reconocimiento” de la literalidad del medio.
            El agotamiento de la pintura y los recursos del arte tiene por consecuencia la ostentación de objetos sin pretensiones, sin condición artística en estado de objetualidad. La teatralidad del literalismo se sostiene en la relación con el espectador en su inclusión.
Deseo proponer la siguiente respuesta: la adhesión literalista a la objetualidad no es más que la defensa de un nuevo género de teatro; y el teatro constituye ahora la negación del arte. La sensibilidad literalista es teatral porque, para comenzar, le preocupan las circunstancias concretas en las que el espectador se encuentra con la obra literalista
            En el nivel de la relación de la obra con el espectador, la actitud retórica define la teatralidad, que opone lo abierto, mientras que la absorción es cerrada. El primer contacto del espacio teatral parte de la percepción y la Gestalt, donde se articula un sistema de objetos y la figura es su cualidad esencial para ser objeto propio.
            El vínculo entre lo teatral y la “problemática de cierre” se afirma en la autonomía artística; la concepción abstracta y no representativa de la obra es antiteatral; donde la capacidad de los bordes y límites de la representación determinan esa independencia. Con el objetivo de construir una integralidad que haga del objeto la unidad de la figura; sin disgregar la obra como totalidad: “El objeto, no el espectador, debe seguir siendo el centro o foco de la situación, pero la situación en sí le pertenece al espectador, es su situación.”
            La relación del espectador es lo que determina la obra literalista con la teatralidad. La obra se niega a sí misma, debido a su incompletitud, la obra necesita del espectador para funcionar, confrontándolo e interpelándolo; sólo así las operaciones de la obra se completan, de lo contrario, la obra desaparece por insuficiencia.




Frank Stella Feneralia from the Imaginary places series 1994–97, National Gallery of Australia, Canberra, gift of Kenneth Tyler 2002




Fried, Michael. “Arte y objetualidad”, en: Arte y objetualidad. Ensayos y reseñas. Madrid: A. Machado Libros, 2004

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